y mi naturaleza me obliga a decir algo más

y mi naturaleza me obliga a decir algo más, transformar en palabras ciertas sensaciones, pensamientos, inundado de ese sentimentalismo considerado, por el mundo y por mi otro yo, fatal, aquel que no tiene fundamentos y que a ninguna parte nos lleva, el que todos hemos sentido alguna vez, no importra que tan duros seamos, en una ocasión apareció, y nos llenamos de esperanzas, de expectativas, caemos en la cuenta que nuestro alrededor es el paraíso utópico de nuestros sueños.
uno de mis principales problemas, la eterna discusión de mis dos yos, un lado completamente racional, analizador de cada una de mis acciones, sus consecuencias, sus causas, siempre activo mientras el otro intenta encontrar despreocupaciones, distracciones y bellezas al mundo. no es que el primero sea pesimista, pero no se deja llevar, no permite al otro tomar total control de mi ser, no importa lo que haga, siempre el segundo pensamiento aparece, cuestionando hasta a veces a sí mismo, reflexionando, atormentándome sobre idioteces.
"entiéndete a tí mismo" decían, mas es el mayor problema, sobre los demás mis conclusiones son simples, rápidas, objetivas, constructivas, destructivas, tiendo a tachar a cientos y a otros tantos vanagloriarlos. pero mi alma, es para mí más compleja, los errores son díficiles de admitir, cambiar peor, y encontrar esa clave secreta que me indique que soy, y CUÁNDO soy (eso lo explicaré otro día), y todas esas conversaciones bizantinas con mis pensares terminan sin concebir una síntesis. sólo con la admiración por el universo, y la roca en la que vivimos.